lunes, 16 de enero de 2012

Guerra Ruso- Filandesa. La guerra olvidada

La guerra Ruso-finesa fue un conflicto armado entre Finlandia y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) que se desarrolló durante 1939 y 1940 —en los primeros momentos de la II Guerra Mundial— al no conseguir ambos países alcanzar un acuerdo con respecto a las demandas territoriales soviéticas. La URSS, alarmada ante la posibilidad de una ofensiva alemana a través de Finlandia, reclamó a este país la cesión de una zona próxima a la ciudad rusa de Leningrado (actual San Petersburgo). Los fineses (finlandeses) se negaron a satisfacer dicha petición. La guerra comenzó el 30 de noviembre de 1939 y se prolongó hasta el 12 de marzo de 1940.


EL ATAQUE SOVIÉTICO

La URSS atacó Finlandia el 30 de noviembre tras haber roto las relaciones diplomáticas con este país y sin una previa declaración de guerra. La fuerza aérea soviética bombardeó Helsinki y otras ciudades, la armada atacó varios puertos fineses y el Ejército Rojo penetró en el país. Los soviéticos desplegaron veinte divisiones completas a lo largo de los 1.537 km de frontera. El Ejército permanente de Finlandia, formado por tres divisiones de infantería, una brigada de caballería y una compañía de tanques al comienzo de la guerra, fue reforzado con tropas de reserva, algunas de las cuales no habían completado su instrucción. Con estas fuerzas, el general finés Carl Gustaf Emil von Mannerheim se enfrentó al enemigo en cinco frentes. El Ejército Rojo lanzó su primera ofensiva sobre una serie de fortificaciones denominada Línea Mannerheim, situada en el istmo de Carelia. Los fineses resistieron en esta posición. Las cuatro divisiones soviéticas destinadas al norte de la Línea Mannerheim avanzaron durante los primeros días del mes de diciembre, pero en el mes de febrero los fineses pudieron cortar las líneas de suministros y comunicaciones del Ejército Rojo y obligaron a retirarse a sus columnas más avanzadas.

Las repetidas derrotas provocaron una reorganización de la cúpula militar soviética y el mariscal Semión Konstantínovich Timoshenko asumió el mando de las operaciones. El curso de la guerra cambió inmediatamente. Timoshenko concentró 300.000 hombres frente a la Línea Mannerheim y apoyó esta ofensiva con la artillería y ataques aéreos.


EL DEBILITAMIENTO DE LA DEFENSA FINESA

Desde el 1 hasta el 10 de febrero de 1940, las fortificaciones de la Línea Mannerheim fueron sometidas a un intenso bombardeo. La posterior guerra de desgaste ocasionó un importante número de bajas en el ejército soviético, pero éste logró vencer la resistencia finesa. Las tropas soviéticas lanzaron una fuerte ofensiva sobre Summa el 14 de febrero y conquistaron esta ciudad. El 23 de este mes avanzaron hacia Víborg, la ciudad clave del flanco occidental de la Línea Mannerheim, que fue ocupada el 11 de marzo por el Ejército Rojo. La lucha cesó el 12 de marzo de 1940.


EL RESULTADO DE LA GUERRA

Los términos del tratado de paz impuesto a Finlandia por la URSS obligaban a los fineses a entregar las siguientes posesiones: 41.888 km2 de su territorio, incluido el istmo de Carelia, en el que se encontraban la ciudad y la bahía de Víborg, además de sus islas; la costa norte y occidental del lago Ladoga, junto con las ciudades de Käkisalmi (en la actualidad Priozersk), Sortavala y Suoyarvi; varias islas estratégicas situadas en el golfo de Finlandia; y parte de las penínsulas de Rybachiy y Sredniy. Los fineses tuvieron que acceder a arrendar la península de Hangö y las islas de los alrededores a los soviéticos durante un periodo de treinta años para establecer allí una base militar. Asimismo, se permitió el tránsito libre de mercancías y ciudadanos soviéticos a lo largo de la provincia de Petsamo (en la actualidad Pechenga) y se limitó las fuerzas militares finesas. Con este tratado terminó para Finlandia la primera fase de la II Guerra Mundial. Según un comunicado oficial de las autoridades de este país, se produjeron en este bando 19.263 muertos y 43.500 heridos.

La segunda fase de la II Guerra Mundial comenzó para Finlandia aproximadamente un año después. El país se unió a Alemania para atacar a la URSS en junio de 1941 con la esperanza de recuperar los territorios perdidos. Sin embargo, hacia 1944 la guerra se tornó desfavorable para Alemania, por lo que Finlandia pidió la paz a la Unión Soviética. Los duros términos impuestos por los soviéticos suponían el pago de 300 millones de dólares en concepto de indemnización de guerra.

5 comentarios:

enfermero9 dijo...

Perdón por mi falta de cultura, pero Geografía siempre fue mi bestia negra. ¿Ha recuperado Finlandia dichos territorios con el tiempo?.

Franz von Steigenburg dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Luis Guerra dijo...

Enfermero9, no, aún no han recuperado los territorios perdidos y tampoco parece que a los fineses les importe mucho.

Un saludo

David L dijo...

La verdad es que la bibliografía en español sobre la guerra ruso-finesa no es para tirar cohetes, a ver si alguna editorial se anima y publica algo en nuestro idioma.

El estado mayor ruso intentó sin éxito aplicar una “blitzkrieg”, bien sabían los soviéticos que debían golpear rápido y no caer en una guerra de guerrillas para la que no estaban preparados. Fracasaron, ya que los finlandeses consiguieron oponer una fuerte resistencia, y la fuerza aérea rusa falló a la hora de acabar con las fábricas, vías férreas y ciudades más importantes del país. Bien cara les salió a los soviéticos esta incursión en Finlandia.

Otro hecho curioso de esta guerra es que podría haberse dado la paradoja de haber incluido en el bando finlandés a voluntarios fascistas italianos, falangistas españoles junto a fuerzas francesas y británicas deseosas de ayudar a Finlandia contra Stalin. Al final todo quedó en un proyecto sin culminar.

Un saludo.

miguel dijo...

Existe la traducción al español del libro "Guerra de Invierno" de Richard Condon de la Editorial San Martín (de España), es una colección llamada Historia del siglo de la violencia, campañas, libro N°9