sábado, 8 de enero de 2011

El oro de Hitler. 2ª parte

Espero que los Reyes Magos se hayan portado generosamente con todos vosotros y que vuestros deseos para este 2011 que ha asomado su horrible faz (según lo que se pronostica en el apartado económico) se cumplan en la medida de lo posible.

Hace ya unos días dejamos pendiente el continuar con otra parte de “El oro de Hitler”, así que vamos a seguir perfilando ese asunto.

Cuando las tropas franquistas entraron en Madrid en la primavera de 1939, el Banco de España fue ocupado rápidamente por un grupo de dirigentes. En las plantas superiores se encontraba el Instituto Español de Moneda Extranjera (IEME) departamento perteneciente al Ministerio de Comercio. Su responsable era Blas Huete, un banquero veterano experto en cambio. El IEME se puede definir como una institución misteriosa y semiescondida cuyas actividades eran poco conocidas por el resto del funcionariado. Los subdirectores, Manuel Vila y Alejandro Bermúdez formaban un equipo discreto que controlaban las operaciones con divisas del país. Sus primeras decisiones fueron la adquisición de nuevas reservas de oro, cometido que mantuvieron en secreto durante años. Ni siquiera el resto de ministros de Franco sabía de ello, exceptuando el de Comercio, Demetrio Carceller. Este secretismo fue apoyado con medidas tan eficaces como no redactar actas de las reuniones celebradas y que las memorias anuales no fueran divulgadas al resto de altos cargos del Gobierno. Si hoy conocemos esta historia, se debe a la contabilidad que los miembros del IEME escribieron en sus libros de cuentas. En el Archivo del Banco de España se encuentran los documentos que acreditan esas operaciones de compra de oro. En aquel tiempo la única moneda fiable era el preciado metal y su era importancia muy superior al que hoy tiene en los mercados. Sólo con oro se podían compra divisas como el dólar o la libra esterlina. Pero, ¿cómo se podía comprar oro con el escaso margen de maniobra que Alemania había permitido?

En 1941, el wolframio era un mineral muy adecuado para la fabricación de la aleación idónea del blindaje de carros de combates y acorazados. Alemania se abastecía de las reservas provenientes de India y China pero el bloqueo británico obligó a mirar a los yacimientos de España y Portugal, los dos únicos países dispuestos a negociar con el Tercer Reich. Los norteamericanos se implicaron en el control de yacimientos provocando la subida de los precios del vital mineral. España se vio enormemente beneficiada al vender sus reservas de wolframio a alto precio. El Gobierno español pagaba así casi toda la deuda contraida con Hitler. Los precios subieron desde 1.300 dólares por tonelada a 20.000. La situación mejoró cuando el Gobierno norteamericano introdujo el wolframio en la listas de productor estratégicos a comprar para evitar que llegasen a manos alemanas.

Pero no todo iba ser tan perfecto y el sistema de compra tendría sus inconvenientes, lo veremos en la próxima entrega.

6 comentarios:

pedroboso dijo...

Mario conozco algo sobre el tema del Wolframio. Tengo un buen amigo gallego, que me contó historias de su abuelo (ya fallecido), el cual durante la 2GM, se dedicó a vender, de contrabando, el preciado mineral, tanto a los ingleses como a los alemanes. Le daba igual un bando que el otro. Lo suyo no eran ideales políticos, ni el devenir de la guerra, simplemente su mera supervivencia y la de su familia. No se dedicó a otra cosa durante aquellos años del conflicto, y según me cuenta su nieto, le fue muy bien e hizo bastante dinero.

Buen post Mario, como siempre.

Humberto dijo...

Estoy muy interesado en este tema, Mario.

Se ha escrito mucho acerca de política, estrategia, operaciones militares... pero de este aspecto, muy poco.

De momento, parece una medida inteligente la de nuestros antepasados la de hacerse con una reserva de oro y pagar nuestra deuda con Alemania con wolframio.

Por cierto, el link del Banco de España no es tal. Échale un vistazo, Mario.

Saludos a todos.

Mario Tenorio dijo...

Gracias Humberto por el aviso, lo comprobé y el link descargaba una presentación de Powerpoint sobre el Banco de España. Lo he borrado.

Pedroboso, interesante historia; me recuerda a los que hicieron negocio con el estraperlo de materias de primera necesidad.

Saludos desde el sur.

Ludovica dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Ludovica dijo...

Me ha gustado mucho la entrada, no tenía ni idea sobre el asunto del wolframio, también llamado tungsteno.

Conde de Salisbury dijo...

Saludos a todos:

Perdón por intervenir con un off-topic, pero he visto que se ha publicado un nuevo libro sobre el cine producido durante el Tercer Reich. Por si a alguien le interesa aquí está el enlace:

http://www.marcialpons.es/fichalibro.php?id=100864081

Eso sí, está en inglés.